Caso Cambridge Analytica: introducción y contexto

En las próximas entradas vamos a hablar sobre el caso de Cambridge Analytica y realizaremos un análisis de lo sucedido y de cómo fue posible que algo así sucediera. Pero, para ello, es necesario que entremos en contexto. Nos remontamos a finales de marzo de 2018, cuando estalló la polémica por “el uso indebido de los datos de 87 millones de usuarios de Facebook la compañía de análisis de información online Cambridge Analytica (que los utilizaba para influir en procesos políticos)” (Biosca, 2018). Entre estos procesos políticos en los que influyó la empresa por medio del manejo de datos personales de los usuarios, se encuentran las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, de las cuales resultó elegido como presidente Donald Trump. Sin embargo, se desconoce el uso concreto que se dio a dicha información:


“El uso que hizo el equipo de Trump de estos datos todavía no se conoce. Su gurú electoral, el iconoclasta Brad Parscale, ha negado que le fueran de utilidad. Pero también ha reconocido que si el multimillonario neoyorquino ganó fue por Facebook. Y el sistema para hacerlo, según su propio relato, fue acertar con la publicidad de campaña. Segmentar, apuntar y disparar. Precisamente la especialidad de Cambridge Analytica.” (Martínez, 2018)

Ante el escándalo desatado, el CEO de la compañía, Alexander Nix, hizo las siguientes declaraciones en defensa de la labor de Cambridge Analytica:

El CEO de Cambridge Analytica se defiende | Internacional
Pero, a todo esto, ¿por qué es tan relevante el caso de Cambridge Analytica? ¿Qué consecuencias ha tenido? Pues bien, con la revelación de lo sucedido, se dio comienzo a un debate sobre un viejo conocido de la Red: ¿qué pasa con nuestros datos en Internet? Y, la clave en este caso, ¿qué valor tienen esos datos y cómo los utilizan las empresas? Utilizamos Internet a diario y cada vez está más presente en todo tipo de cosas gracias al Internet of Things (IoT), lo cual hace que estemos más expuestos. No somos conscientes de la cantidad de información privada sobre nosotros que hay en Internet y el uso que las empresas pueden dar a estos datos. De esto trata la polémica, del valor de la información y de los límites para su uso y su manipulación. El caso de Cambridge Analytica ha hecho que se ponga en duda y se revise la actividad de muchas empresas que manejan datos sensibles, generando una brecha de desconfianza.

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