Cambridge Analytica: cómo nos exponemos sin percatarnos. Reflexión sobre el valor de la información


Tras el análisis realizado sobre cómo usamos Internet y los dispositivos que se conectan a la Red, podemos establecer que gran parte de la culpa de que el escándalo de Cambridge Analytica fuese posible la tenemos nosotros. Si bien es cierto que las empresas se aprovechan de nosotros, en nuestras manos está ser conscientes de cómo actuamos y tratar de enmendar nuestros errores para no ponerles más facilidades a las empresas. Es por ello que debemos ser conscientes de cuáles son los errores más frecuentes que se cometen en Internet. A continuación, comentamos algunos de ellos, publicados por el portal Redes Zone (Jiménez, 2019):
  • Aceptar condiciones sin leer bien. ¿Cuántas veces nos encontramos ante una casilla a marcar que pone “he leído y acepto los términos y condiciones de uso” y la marcamos sin haber leído dichas condiciones? ¿Cuántas veces instalamos aplicaciones en nuestros teléfonos móviles sin consultar los permisos que le damos a dicha aplicación? Al saltarnos esta parte de lectura por pereza principalmente, aceptamos un contrato sin saber qué estamos dando por nuestra parte.
  • Registrarse en registros no cifrados. A la hora de introducir nuestros datos en cualquier registro o página de Internet, es importante que nos fijemos en si en la URL del lugar comienza por http:// o https://. En caso de que la “s” no esté presente, esto significa que nuestros datos no son codificados para su tratamiento.
  • Utilizar la misma contraseña. En relación con esto, desde hace 7 años la empresa SplashData publica un informe en el que se revelan las contraseñas más utilizadas. Según su informe, la lista de las peores contraseñas más utilizadas lleva 5 años encabezada por “123456” y “contraseña” o “password” (Ehrenkranz, 2018).
En relación con estas malas prácticas que acabamos de mencionar, cabe retomar el hecho de que con los sucesos acontecidos en Cambridge Analytica, se ha puesto especial atención en la actividad de aquellas empresas que manejan datos personales. “Una de las que más se entera de todo lo que hacemos a lo largo de nuestras andanzas diarias por la red es Google. […] Todo está interconectado y Google guarda información de todo ello” (Biosca, 2018). Google es más que un navegador, puesto que cuenta con múltiples aplicaciones que utilizamos a diario: Google Maps, Google Calendar, Google Docs, etc. Todas estas herramientas contienen información personal de distinta índole que abarca todas las ramas posibles: a qué dedicamos tiempo, por dónde nos movemos, cuál es nuestra rutina, qué nos interesa, qué y dónde compramos… Toda esa información nos define y da a las empresas un perfil de nosotros que asusta de lo preciso que es.

“Ubicación, género, edad, hobbies, intereses profesionales... todo está incluido, además de cómo, cuándo y dónde has usado cada una de las aplicaciones que tienes instaladas, desde WhatsApp a la linterna. Por supuesto, también los vídeos de YouTube, ya que la plataforma audiovisual es parte de la compañía desde 2006.” (Biosca, 2018)


Son muchos los usuarios que han quedado impactados con el seguimiento que les hace Google. El ejemplo más claro lo encontramos en la aplicación Google Maps. Esta, si la tenemos instalada en nuestro móvil y tenemos la ubicación activada, registra todos nuestros desplazamientos e identifica nuestra casa, donde compramos, nuestras rutinas e incluso quiénes conforman nuestro entorno más cercano. A continuación, encontramos un ejemplo de un “youtuber” que lo comprobó. Si te genera curiosidad saber si tu smartphone también lo hace, solo tienes que pinchar aquí

¡Acojonante! ¡Google lo sabe todo sobre nosotros!

Por último, nos gustaría concluir este tema con un vídeo. Se trata de una charla TED de 2015 realizada por Marta Periano: ¿Por qué me vigilan, si no soy nadie? Hemos seleccionado esta charla porque resume todo aquello de lo que hemos hablado y hace una reflexión que es la que nos ha llevado en gran parte a realizar esta investigación. Esperamos que os haga abrir los ojos al igual que a nosotras y que os lleve a reflexionar sobre nuestras acciones en la red. Tenemos que ser conscientes del enorme valor que pueden llegar a tener datos que pueden parecernos insignificantes.

¿Por qué me vigilan, si no soy nadie? | Marta Peirano | TEDxMadrid

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